Ninguno, nada, nadie
Solo ausencia hay en el tiempo
Un carro de fuego que camina por mi espalda
Abriendo cicatrices de sal de par en par,
que voy apagando con mi propio aliento.
Si me callo te escucho, con un esfuerzo obsesivo te siento
Te encuentro con los pies, con las yemas de los dedos, con una ilusión infantil Te hago existir toda la noche despierto.
Poema a medio dormir
Me llegan del todo estos dos versos del poema:
ResponderEliminar"Un carro de fuego que camina por mi espalda
Abriendo cicatrices de sal de par en par...
Por la fuerza lírica que tienen,
Coincido con William. De verdad atrapa.
ResponderEliminarMe gusta mucho. Estoy emocionado por encontrate.
Gracias por compartirlo.
Gracias Jacob! Ya me apunté a tu blog para leer tus poemas también. Saludos!
EliminarQue buenos escritos! Llegué no se como, pero que bien!!!
ResponderEliminarQue buenos escritos! Llegué no se como, pero que bien!!!
ResponderEliminarHola Rodrigo! Me alegra que te hayás topado con mi blog. Gracias por tu comentario. espero que podás volver a visitarme pronto.
Eliminar